Fotofrafías y más
"Pincha sobre la imagen para desplegar la fotografía completa en tamaño reducido"
Sangra el mar
Hoy el mar
está en calma.
Las gaviotas
observan
desde el acantilado
el espejo
en que el agua
se ha convertido.
Y
Alicia
salió de detrás del espejo
partiendo la magia
que aún quedaba
atrapada en la esperanza.
En el cuento
que queríamos creer.
Ahora,
todas las Alicias lloramos
por el horror oculto
tras ese espejo.
El mar se desquebraja
en pedazos
que cortan mis venas,
que son
la extensión de las tuyas.
Y
al mirar los trozos
que nos mutilan
se refleja la figura
del monstruo interior
que llevamos dentro.
Sangra el mar
...con sangre inocente.
Entre la ira y yo
Y, sin razón aparente,
salí al mundo
y la emprendí a golpes.
Me peleé con todos
y contra todo,
incluso contra mí,
. . .de hecho,
creo que la pelea
fue siempre conmigo mismo.
Y las botellas
parecían estar siempre vacías,
no saciaban mi sed
ni calmaban mi odio.
Y las drogas
me hicieron caer
en el olvido más elemental
. . . el de mi propia realidad.
Y salí al mundo desnudo
y atrapado entre las raíces
que la mente,
el alma
y la desidia
hacían crecer en mí,
hasta ser parte de la tierra,
en descomposición,
mierda para abonar
semillas de ira.
Y cansado de luchar
. . .me doblegué
ante tanta falta de amor propio
y de fatal cordura.
Y caí sumido en un halo
de sueños censurados.
Al despertar
quise volver a emprenderla
contra el mundo,
contra mí,
contra todo
. . . y la simple belleza de una flor difuminada,
entre mi ira y mi rendición,
apacigua mi rabia
. . . Me acurruco junto a ella y respiro en paz.
Por fin lo entendí
Por fin lo entendí,
he entregado mi vida al vacío que se lo traga todo,
al lamento de los colores,
a la competición que premia el asco
...y yo sigo en forma.
Ahora puedo decir que lo entendí.
Oye mi silencio.
Ahí hallarás las respuestas.
En las ruinas de mi memoria,
entre cascotes de finales y comienzos,
...en tu estupidez.
Por fin lo entendí.
Ahora comprendo porqué estás velas encendidas
tan solo ofrecen sombras.
Mira como de mis labios parte ese susurro de dolor
en forma de exhalación que hace temblar
la llama muerta de mis velas
...se apagan.
–Adiós vida-
Un poco de historic que justifica mi sentir...
Al parecer, el origen del Día de San Valentín se remonta al siglo III en Roma.
Un sacerdote llamado Valentín, enamorado del amor y defensor de los matrimonios, fue la persona que inspiró esta tradición.
En esta época, el Imperio Romano estaba en constantes conflictos bélicos y la acuciante necesidad de soldados hizo que su emperador, Claudio II, urdiera un plan para captar a jóvenes fuertes y sanos en la plenitud de sus vidas.
Claudio II decidió prohibir la celebración del matrimonio para los jóvenes porque sabía que los solteros sin esposa e hijos eran mejores soldados, debido a que tenían menos ataduras, tanto en el corazón como en la vida.
¿Qué hizo Valentín?
Como el sacerdote creía que el decreto era injusto, decidió desafiar las órdenes del emperador y de forma clandestina comenzó a celebrar matrimonios.
De esta forma, San Valentín se convirtió en el patrón de los enamorados.
Cuando fue descubierto, el emperador lo encarceló y después de varios “tira y afloja” con la justicia del momento, fue ejecutado el 14 de febrero del año 270.
Fue el papa Gelasio I en el año 494 quien designó el 14 de febrero como el día oficial de San Valentín.
Mi universo
Furtivo,
cobijado entre las cortinas del ventanal
te veo marchar.
Disfruto verte al natural.
Elegante, seductora y candorosa,
deshaces los pasos que te llevan a mi regazo,
tu refugio.
Aún sabiendo que solo serán unas horas;
letanía de lamentos fluyen de mis labios.
Mi mundo se desvanece cuando tú no estás.
Un pedacito de cielo se evapora
de nuestro particular universo.
Espero con ansias que vuelvas,
para así, colapsar como nubes de gas y polvo,
cuerpo y alma,
atraídos gravitacionalmente por el mayor de los deseos:
nuestro amor.
Tras de mí
Daría lo poco que poseo
por conocer los secretos
que llevan a tu felicidad.
Sería tuyo mi último aliento
si con ello supieras que:
Tras esta mirada
solo hubo amor.
Estos ojos
velaron tu camino.
De estos labios
solo partieron suspiros.
Estas manos
esperaron tu piel.
Este pecho
latió al ritmo del tuyo.
Este estómago
se llenó de tus mariposas.
Estos pies
me acercaron a ti.
Mi primer pensamiento
llevaba tu nombre.
Mi último desvelo
soñaba tu rostro.
Daría mi vida entera
por tener la certeza
de que por fin supiste
que, tras de mí,
tan solo hubo amor.
Telarañas
Ella creyó en el amor y eso marcó su suerte. Recibía, casi a diario,bombones, cartitas, flores, abrazos y dulces palabritas. Ella veía las palabritas dibujadas en el aire como amenazas. Los largos abrazos, de cada noche, la llenaban de dolor. Cada flor, una espina. En las cartitas, perdones inventados. Cada bombón, una marca en su cuerpecillo. Cada uno de ellos le abría un tajo en el pecho. Soñó con amar para inventar el mundo cada día junto a él. Él intercambió sus sueños por pesadillas, el amor por miedo y el mundo en infierno, cada día, junto a él. Con hilos de palabras, ella, tejió sus mentiras como las arañitas tejen sus telas. Aún así, ella era la víctima. Hay que joderse, pensó una noche limpiándose las heridas. La mañana siguiente, abrió la jaula y voló como una pajarita lesionada. Una sola llamada bastó para romper la telaraña de pretextos y cerrar, tras ella, la jaula para él.
Libros en la calle
A veces, cuando menos lo esperas, te topas con un paraíso de sueños y colores sumergido entre aburridos y mono-temáticos edificios. Tuve la suerte de encontrarme con este paraíso paseando por las calles del centro de Eastbourne (Inglaterra) una fría tarde de invierno con Ana, la chica de la foto, la chica de mi vida.
Se llama CAMILLA'S BOOKSHOP. Una librería de segunda mano (y anticuario) que cuenta con cientos de miles de ejemplares de todas las temáticas que puedas imaginar y otras que jamás hubieras esperado.
Lo más llamativo de esta historia es que durante las horas que el establecimiento está cerrado, en la fachada lateral del mismo y bajo un arco que comunican los dos edificios, se encuentra una enorme estantería de madera cargada hasta los topes de libros y un cartel que dice:
"Todos los libros a 50 peniques la unidad. Por favor, dejé el dinero en la ranura del buzón".
Y sabéis qué. La cara de Ana al descubrir este rinconcito es como Mastercard, no tiene precio.
Destinos
Esta fotografía fue tomada en el paseo marítimo de Cádiz. Una tarde, visitando la ciudad con Ana, mi novia, musa y mitad. Tal vez, cosa del destino, poco después de hacer esta fotografía y añadirle el texto me auto-exilié en Inglaterra.
Curiosamente, vivo rodeado de gaviotas que me recuerdan aquella tarde muy a menudo. Me rodean, me despiertan, me acompañan en mi jardín y en mi ventana, me roban las pastas del té en la terraza del café en Sea Side...
Algunos días, sus simpáticos graznidos me devuelven la sonrisa y me dan alas para seguir.
Comentarios recientes